31/10/09

Otra forma de vender música.



El ex batería de Nine Inch Nails, Josh Freese, se ha sacado de la manga otra forma de ofrecer valor a su música, una manera más emocional. Para promocionar la compra de su último trabajo "Since 1972" el artista ofrece "packs" algo extraños, si se piensa de manera convencional. Si se miran con los ojos de alguien de su tiempo se ve que lo que hay es aquí es una buena idea, basada en la tendencia de la sociedad a adquirir experiencias y emociones (a poder ser únicas o especiales)


Desde 7 dólares a 75.000, los fans pueden optar a cosas como éstas además del CD:

- Camiseta + llamada personal de "gracias" animándote a hablarle de lo que te ha gustado o no (50$)
- Salir a cenar con él (500$)
- Que Stone Gossard, de Pearl Jam, te envíe una carta donde te cuente cuál es su canción favorita del disco (5.000$)
- Invitación para dos personas a cenar con Josh y Twiggy Ramirez de Marilyn Manson en el Roscoe's Chicken 'n' Waffles de Long Beach (10.000 $)

Tampoco todos los packs son legales. Por los 75.000 pavos Freese te ofrece entre otras cosas consumir setas juntos y cruzar Hollywood en el Lamborghini de Danny Carey (de Tool!!), o tocar y grabar durante un mes con tu banda si la tienes, y si no la tienes, ponerse a tu disposición un mes entero como asistente personal (!).

Puedes curiosear los packs en su site, ya ha vendido unos cuantos.

En los últimos tiempos hemos visto muchas maneras de seguir vendiendo música en el nuevo escenario digital y social. Experiencias interactivas (ésta es de las pocas en España), promociones especiales, contenidos premium, e interesantes conceptos musicales nuevos como los "Concerts a emporter", The Black Cab Sessions o In a Cabin With. Desde Rimsky hemos seguido estas y otras acciones de artistas como Radiohead en sus distintos lanzamientos, la campaña de Metallica llevada a cabo por Frukt Music Intelligence, The Breeders con su vídeo interactivo, AC/DC rockeando el excel, la unión de bands&brands como Groove Armada + Bacardi y un largo etcétera de ideas y acciones nuevas.


Muchos se preguntan si hay una fórmula mágica. Pero como ya todos sabréis nunca la hay. Cada banda es un caso concreto, según su popularidad, con sus más o menos fans, con su personalidad de marca y su capacidad de hacer ruido.

Lo que sí hay son ciertas claves a tener presentes:

- Sí a las herramientas digitales. Internet ya hace tiempo que es El Medio.
- Flujo constante de contenido. Hay que saberse diferenciar.
- Conseguir datos de los usuarios. Ahora o después se les encontrará una función.
- La innovación y la creatividad son claves. Incluso más que antes, como sucede siempre en los momentos de cambio.
- Monetización. Nuevas maneras de hacer rentables los proyectos.

Dicho esto, es una pena que en nuestro país la mayoría sigan quejándose, las discográficas llorando o ejerciendo su fuerza, la SGAE pleiteando por derechos que luego no reparte justamente y el poder judicial pensando en reformas para perseguir a los usuarios que se descarguen música sin pagar por ella (esto último, si imitáramos el modelo Inglés, esperemos que no).

Artistas, políticos, discográficas e instituciones cohinciden en algo que los une de manera especial: Siguen dando la culpa a la piratería de lo que es en realidad una falta de imaginación e iniciativa empresarial.


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